En el sótano

Desciende al sótano del desorden
de suelo de porcelana gris
y encuentra en él
sus viejos juguetes

La muñeca de la mano mordida
el perrito sin cabeza

y le viene a la mente
ese calcetín de borlas rosas
que un día escapó
cuando lo iba a lavar
con el río

Quemó a su par en una hoguera para que nunca volviesen a estar juntos


Vieja alfarera

Siguiendo un camino agreste
De cantos rodados y pinos azules
Vive una vieja alfarera

Mira sus tétricas manos
Sus uñas llenas de barro
Sentada frente a una hoguera

De maestra de la tierra
Pasó a aprendiz de tiempo
Ya no sabe si espera
Que la cubran de cemento


Desde mi ventana

Desde mi ventana
alzo la vista a los tejados, las sábanas de nieve
y la bruma rosada que cubre los lindes de la tierra

Los ángeles caídos dejaron un rastro de ceniza sobre las calles

Nunca logré abrir la puerta del balcón
porque tiene
su pomo custodiado por un perro

Te odio tanto que me arde la garganta

A medida que envejeces cuando se vuelve de noche
cada vez menos ventanas parecen iluminarse en la ciudad
pero cuando yo te odio se encienden todas
y los murmullos de los viandantes traen a mi recuerdo
que debo entornar mis ojos
hasta que el perro se muera


Invierno

Vieja Nueva York, nueva Sodoma
en la oficina se escuchan gritos
clavan navajas sobre las mesas
las secretarias van sin abrigo

La boca yerma, sin pintalabios
de un suicida, un viejo amigo.
Recorre ágil aquella araña,
aquella araña que yo he escupido

La intermitente luz a ratos zumba
quiebra la vista para el oficio
duelos cabales de claroscuros
azul y blanca luz de artificio

El férreo ascensor hoy me conduce
a la azotea de este edificio
el viento helado no hace preguntas
pero atraviesa, la fe su frío.


Tu vida es un poema

Tu vida es un poema
escrito con tiza sobre una inmensa pizarra
cientos de palabras
que brillan fugazmente
como las estrellas que aparecen al bajar los párpados
la combinación de hechos atómicos
en una tertulia de sabios en lo alto del monte

Ya llega la mañana
y saluda, nadie la había invitado
las camas todavía no se habían cansado de danzar
y tú no esperabas el término de este poema


Células muertas

Pierdo mis orientación en la maraña
que se forma en el cruce de caminos

Ya hace mucho que no quiero mirar tus ojos
ni escuchar tu voz
Porque no hay ningún ser divino que nos observe
No hay karma ni software colectivo
No hay verdad en las palabras
No hay palabras en la verdad

La atención al cliente es un robot programado
El abandono escolar es una estadística
Los núcleos de nuestras células se ven con microscopio

Existen centinelas de la mente
que buscan nuestro suicidio
Vivimos en un espacio sin tiempo

Los de lo alto de la pirámide
nos ceban como a un ganado
para que sigamos buscando un pastizal que no existe

Y los del sótano
quieren llenar sus despensas
y no ver en nuestras manos alimento

Y yo aquí sigo mirando el microscopio
buscando el núcleo de una célula concreta
dentro de un gallo muerto que encontré
en el centro de un cruce de caminos


Semen y sangre

Esta carta se quemará por el camino
la furgoneta de reparto explotará
y un niño que mira por la ventanilla
con la lluvia de cristales ciego quedará

Como un columpio en la nuca
golpea a una niña sin madre
esta carta está maldita
su tinta es de semen y sangre

Hacia un vertedero lejano
esta carta un día voló
las ratas royeron su papel
y un pañal su tinta disolvió

Puta carta de mierda, ¡para qué la estoy escribiendo!
si ni siquiera yo
la estoy entendiendo

Carta que invoca demonios
que atrae serpientes y arañas
carta de lágrimas rojas
carta de mierda, carta


A su suerte

La semilla que trajiste en aquel barco
ya brotó
Ahora es un pequeño arbusto de frutos color naranja
<<quiebra la suerte en mí>>
Que ya creció
Y yo la sigo regando
como si me hablara
de ti a veces
Que ya no sé si quiero ser jardinera
aunque esa sea la única vía
para ser feliz
<<quiebra la suerte en mí>>
sus cuatro hojas se quiebran


La cigarra y la hormiga

Mientras la hormiga se dedicaba a acumular
y acumular
y acumular
su sustento
La cigarra se entrenaba en el arte de la lucha
la estrategia bélica
y el conocimiento

El hormiguero saqueó
sus granos se llevó
al año siguiente volvería
y con todo de nuevo arrasaría

Porque las hormigas nunca iban a dejar de acumular
y acumular
y acumular
alimento
Ella podría por siempre jamás
seguir viviendo del cuento


Postapocalipsis

Después de todo mi mano sigue aquí
las llagas no son graves
mi vida sigue intacta porque
todavía puedo empuñar una nueve milímetros

Y tras el Apocalipsis
del que pocos se enteraron
Dios fue condescendiente
y creó un nuevo jardín del Edén para nosotros
los que a base de matar logramos sobrevivir a este declive

Se trata de un jardín postindustrial

Y aquí estamos, frente a la manta de un tal Pedro
que a la entrada de un bar de mala reputación
expone, a buen saldo, la metralla

Nosotros estamos contentos de no tener que currar
Pedro antes del desastre era policía